¿Te encantan las plantas con flor? Pero, sobre todo, ¿te encanta lucirlas en el interior de tu casa, sea cual sea la época del año? Aunque en primavera y en verano son las épocas de máximo esplendor de las flores, hay muchas especies que florecen en diferentes temporadas del año, algunas hasta dos veces y otras durante todo el año, como la violeta africana –que también es muy sencilla de cuidar, por cierto.

Así que ya no tienes excusa para no dotar a nuestro green corner de algunas plantas de interior con flor que doten de vitalidad y colorido a tu hogar este invierno. Las plantas de interior suelen requerir unos cuidados más exhaustivos que las de exterior, especialmente en el tema de corrientes, fuentes de calor y su posición en tu hogar. Aun así, ¿qué me dices de la satisfacción de ver cómo crecen tus propias flores? ¡Orgullo de jardinera!

Qué plantas florecen todo el año

Como la violeta africana, hay muchos otros tipos de planta de interior con flor que son ideales para decorar y dar naturalidad a tu casa. Por ejemplo, la begonia, la orquídea, la gardenia... gracias a su resistencia a las bajas temperaturas puedes florecer en épocas del año donde el frío es el protagonista. Pero si quieres tener más detalles sobre estas plantas, presta atención a nuestra galería de imágenes y escoge la que más se adecúe a tus gustos y a tu hogar. 

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1.

Guzmania y su peculiar inflorescencia

Una planta Guzmania con flor.

Macetas de Guzmanias.

Pinterest

Su peculiar inflorescencia –cuando las flores crecen agrupadas en un solo tallo– las hace llamativas y muy decorativas. Sus brácteas –las hojas que protegen a la flor cuando nace– son de colores muy llamativos, como rojos, naranjas o amarillos. De hecho es lo más espectacular de esta especie. Aunque florecen una sola vez en la vida, cuando lo hacen su flor dura entre 3 y 6 meses. Después, aunque la planta muere, deja en su base muchos retoños para que puedas volver a disfrutar de su belleza y colorido.

Consejos para su cuidado

  • Agradece la luz indirecta o tamizada y siempre evitando los rayos directos del sol.  
  • El riego debe ser moderado: una vez a las semana en invierno y unas 3 veces cuando haga más calor. Y también hay que añadir agua en el centro de la roseta. Eso sí, has de cambiar el agua que se acumula en el centro de la roseta dos o tres veces al mes
  • Es importante pulverizar la planta con agua tibia semanalmente, ya que le encanta la humedad ambiental. 

2.

Begonia o flor de azúcar

Begonias rosas.

Begonias rosas o flor de azúcar.

Foto: Pinterest

Sus flores recuerdan a las de la rosa y pueden ser de color rojo, blanco o rosa. Su nombre en latín es Begonia semperflorens, que en latín significa “siempre con flores”. Y su floración, como su nombre indica, se produce durante todo el año, aunque con un descenso durante el otoño y el invierno. Otras especies de Begonia ofrecerán otros colores, como el amarillo o el naranja, aunque su floración es más estacional. Si quieres aprender cómo se cuida, no te pierdas este post. 

3.

Hibiscus, una aroma inigualable

Planta de hibiscus.

Planta de aroma Hibiscus en color blanco.

Foto: Pinterest

Reconocible por sus flores en forma de trompeta y hojas verdes de un color verde oscuro y brillante. Su época de floración se da desde el principio de la primavera hasta finales del verano o el otoño, pero en climas tropicales es capaz de dar flores durante casi todo el año. Y, aunque solo duran entre uno y tres días, crecen tan prolíficamente que poco importa su corta vida. ¿En qué colores puedes encontrarla? Pues desde el blanco más puro a naranja, rojo, violeta e incluso amarillo. Mira cómo se cuida el hibisco. ¿Y sabes que con sus flores se puede hacer té? Dicen que combate la hipertensión, pero es que ¡también está delicioso! 

4.

Espatifilo, el contraste del blanco y el verde

Planta de Espatifilo.

Maceta con espatifilo.

Foto: Pinterest

Conocido también como lirio de la paz –sin desmerecer al clásico olivo–, esta peculiar planta se caracteriza por su verde brillante y sus llamativas flores blancas. Aunque florece durante todo el año, es durante primavera y verano cuando lo hace de manera ininterrumpida. Y, para favorecerla y siga ofreciendo sus peculiares flores, hay que cortar las flores secas cuando empiecen a amarillear. Descubre cómo se cuida esta planta de interior con flor para que decore tu casa durante todo el año. 

5.

Orquídeas, las más bella

Orquídeas sobre una mesa rústica.

Planta de orquídeas en el interior de una casa.

Pinterest

Las hay azules, amarilllas, rosas, blancas y hasta moteadas. Y su bella flor imita las alas de una mariposa. ¿Quién no quiere una planta así en su casa? Su hermosísima floración dura tres meses, aunque puedes alargarla con abonos específicos. Las espigas y capullos aparecen a finales del otoño y poco después florecen hasta primavera. Y no pienses que es difícil cuidarla. Seguro que, si alguien te regala una orquídea, piensas: “La voy a matar fijo”. En realidad, aunque sus flores son muy delicadas, sus cuidados no son nada del otro mundo. 

6.

Poinsettia o Flor de Pascua

La tradicional flor de pascua.

Una flor de pascua.

Pinterest

Esta planta de interior con flor es uno de los símbolos navideños por excelencia. Se caracterizan por sus puntiagudas hojas de un color verde brillante y las brácteas de color rojo, rosa o blanco, que rodean las verdaderas flores de la Flor de Pascua. Estas son pequeñas y de un color amarillo cremoso. De hecho, la belleza de este tipo de plantas son estas “falsas hojas”, que aportan colorido y viveza. Su floración se da a finales de año, aunque si quieres que florezca antes puedes “engañarla”, colocándola en una zona sombría, fresca y que no reciba sol durante, al menos, 12 horas al día. Ofreciendo poca luz a esta planta de interior, verás cómo florece antes. 

Consejos para el cuidado de las poinsettias

  • Su temperatura ideal se sitúa entre los 16 y 22º y es preferible alejarlas de fuentes de calor, como la calefacción, y de corrientes de aire. 
  • Le gusta la luz pero no el sol directo.
  • El riego debe darse dos veces por semana y siempre controlando la humedad del sustrato para no pasarse. También prefiere el métido de riego por capilaridad –en el plato–.
  • Para alargar su vida tras Navidad –ya habrá perdido las brácteas rojas y las hojas verdes– pódala dejando los tallos a unos 10 cm de la base y sellando los extremos con cera derretida (cuidado con quemarse). 

7.

Violeta africana o Saintpaulia

Violeta africana o Saintpaulia
Foto: Pinterest

La violeta africana es capaz de ofrecerte flores ¡todo el año! Aunque contradiga a su nombre, también se pueden encontrar en azul, rosa, rojo, blanco o multicolor. Su floración se da indistintamente durante todo el año, especialmente si está situada en una zona muy luminosa. ¿Y si deja de florecer? Cámbiala a una zona de tu casa con más luz y, en poco tiempo, volverá a deleitarte con sus flores. 

Consejos para su cuidado:

  • Necesitan mucha luz para florecer, aunque en invierno es mejor evitar que el sol le dé directamente.
  • La temperatura ideal es entre 17 y 21 grados y no toleran las inferiores a 10º.
  • El riego es mejor realizarlo desde abajo. Se echa agua en el plato y de deja durante media hora. Después se retira el exceso de agua. Este método de riego se denomina por capilaridad. 
  • Hay que evitar regarla en exceso, ya que si hay humedad, la raíces se pueden ver dañadas. Para no equivocarse es siempre recomendable comprobar la humedad del sustrato metiendo el dedo. 

8.

Gardenia, una planta de interior con flores blancas

Gardenia sobre mesa.

Una maceta metálica con gardenias.

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Sus delicadas flores blancas tienen un gran simbolismo. Pero más allá de eso, ofrecen un aroma y una belleza única a tu hogar. La temporada de floración es de mayo hasta julio, pero si en su clima ideal dará flores de nuevo en otoño, alargándose hasta diciembre. ¡Más de 6 meses disfrutando de sus increíbles flores! Ahora, ¿cuál es clima ideal? Pues el semitropical. Con una temperatura media de 18º y pulverizándolo de vez en cuando, puedes conseguir una gardenia muy frondosa. Aprende cómo cuidarla.

9.

Rosal mini o pitiminí

Una maceta rosa con rosal mini.

Maceta con rosal o pitiminí.

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Aunque estamos acostumbrados a disfrutar de ellos al aire libre y en “grandes dimensiones”, la especie enana del rosal ofrece la misma belleza. Durante el verano, florecerá de manera continuada, impregnando tu hogar de su delicado aroma y fascinante belleza. También conocido como rosal de pitiminí, puedes encontrarlo con flores de muchísimos colores: amarillas, blancas, rojas, rosas y, claro está, rojas. Sus cuidados son más delicados, pero la recompensa lo merece. 

10.

Anturio, el rojo más intenso

El rojo intenso del Anturio.

Flor de anturio.

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Su flor es muy peculiar: parece una especie de espiga rodeada por una hoja de color intenso en forma de corazón. Y, aunque el color más habitual es el rojo, pero también los hay púrpuras, blancos, naranjas y ¡negros! Aunque requieren de una mano más especializada. Con unas buenas condiciones de cultivo –sustrato, riego, luz, abono...– conseguirás una floración continuada. ¡Así que podrás disfrutar de su atractivo y atrayente color durante todo el año!

11.

Kalanchoe, resistente y colorida

Una kalanchoe en tonos blancos.

Racimo de kalanchoe en tonos blancos.

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Colorido, agradecido y tremendamente bonito. Es una de esas plantas que puede lucir flor casi todo el año, aunque lo habitual es que florezcan a finales de verano o principios de primavera. Todas sus variedades se caracterizan por ser plantas de interior resistentes y estar dotadas con unas particulares hojas carnosas y de un verde intenso. ¿Y sus colores? El kalanchoe puede lucir flores blancas, rojas, rosas, naranjas, amarillas y hasta bicolores. ¡Una planta perfecta para dar colorido a cualquier rincón! Decubre más cuidados del kalanchoe. ¡Son muy sencillos!

12.

Amaryllis, un bulbo con flor duradera

La flor duradera de Amaryllis.

La flor Amaryllis, muy duradera.

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La flor de este tipo de bulbos suele durar entre 3 y 6 semanas, pero con un buen cuidado puedes conseguir que florezca más de una vez al año y disfrutar de su característica belleza. Sus flores pueden ser naranjas, amarillas, rosas, blancas o bicolores. 

Cuidados del Amaryllis: 

  • Debido a su procedencia tropical, lo ideal es ofrecerle mucha luz, aunque evitando la exposición directa al sol. En el interior, colócala en una estancia en la que no haya exceso de calor y siempre alejada de los radiadores.
  • El sustrato es también importante: la capa inferior debe ser de arena y la superior de un sustrato rico en materia orgánica.
  • Aunque les gusta el sustrato húmedo, evita el exceso de agua, que puede provocar que el bulbo se pudra (aquí es donde la arena del sustrato entra en acción).
  • Para un correcto desarrollo, es mejor dejar alrededor de un tercio del bulbo queden en el exterior.

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