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1.

La vida empieza por la terraza

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“Lo que más nos gusta es que la terraza, el salón, el comedor y la cocina son como un espacio único, multifuncional y disfrutable para toda la familia” sentencia su propietario. Así es cómo les planteó su trabajo de interiorismo Natalia Gómez Angelats, como un todo continuo. Una declaración de naturalidad que empieza aquí y se nota en todos los rincones de la casa. El exterior se disfruta bajo un cañizo y una antigua vela de barco recuperada que crean una amplia zona de sombra.

Sofá diseñado por Natalia Gomez Angelats. Butaca y puf de Catalina House. Mesa y sillas de Fermob. La alfombra y los cojines de las sillas son de Calma House. Vela de Dvelas.

2.

Un verde mucho más sutil

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Es el que nos encontramos al entrar en casa, con un poco de gris o de azul, dependiendo de donde pongas el ojo. Natalia ha planificado cambios sutiles de tono en las paredes, las carpinterías, el sofá... Solo la alfombra y algunos cojines se salen de esta armonía para darle un poco de "vidilla" al conjunto.

Sofá, puf y alfombra de La Maison. Mesa en Catalina House. Espejos de Natalia Gomez Angelats. 

3.

Un comedor natural

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Si nos giramos hacia el comedor se aprecia más claramente los cuarterones y el cambio de tonos en el arrimadero. Y el gusto por la madera de roble, aquí lo apreciamos más en el suelo, desnudo, sin alfombras, y en los muebles en su versión más natural. También se repite la librería a medida. Es gemela a la que encontramos en la zona de estar. Ambas flanquean la salida a la terraza y esconden el sistema de calefacción.  

Mesa de Heerenius y sillas CH24 de Carl Hansen. Plaid de Materia. La lámpara es de su antigua casa. 

4.

Tan abierta como cerrada

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Una estructura de hierro y cristal permite tanto comunicar como proteger el salón de la cocina. Conseguimos la sensación de luz y de espacio compartido, pero sin sentir que están cocinando sobre el sofá.

Mesita de hierro en Wunderkammer. Parquet de roble natural de Neocerámica. 

5.

La cocina, el centro neurálgico

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Todos tenían claro que el diseño de la cocina era clave. Joan, pastelero de profesión, quería una barra amplia que permitiera trabajar con comodidad y usarla cuando reciben a sus amigos. Otra solución se esconde detrás de las puertas correderas. Dos pequeños espacios gemelos, un lavadero y una despensa, permiten aligerar de armarios y usos la cocina.

En la foto la decoradora Natalia Gómez Angelats y Joan Mas, pastelero. Pasteles y panes de Mas Pastissers & Xocolaters. La bandeja de madera grande es de Catalina House y pequeña de Muy mucho.

6.

Repensando un pasillo

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Natalia se imaginó esta barra de mármol blanco, la mejor base posible para cocinar. Y con unos taburetes para desayunar (o acompañar al cocinero) que convierten el pasillo en algo más que una zona de paso.

Taburetes de Let´s Pause en La Maison. Mobiliario diseñado por Natalia Gomez Angelats, acabado en laca y roble. Mármol blanco macael.

7.

Correderas para compartir espacio

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Se abren hacia el pasillo y lo convierten en un espacio extra de juego para la habitación de los niños.

Diseñadas por Natalia Gómez Angelats. Fundas nórdicas y manta de La Maison. Cestos en Muy Mucho. 

8.

Escalando la litera

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La solución para crear las literas es tan simple como divertida. ¿Y qué me dices de la red de protección? No habíamos vista nada tan seguro y original.

Cojín estampado de La Maison y lisos de Calma House. 

 

 

9.

Una habitación convertible: pensando en el futuro

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Ahora es un único espacio con una zona para dormir y una zona para jugar, pero está pensada para convertirse en dos dormitorios más adelante. Por eso tiene dos puertas correderas, una a cada lado, y estos armarios, que llegan hasta el techo, están pensados para poder ser desmontados y convertirse en una separación entre las habitaciones.

Tipi de Tiny Land. Armario de Natalia Gómez Angelats.

10.

Un papel que inspira, ¡y mucho!

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Si te acercas, verás que de los tonos de este papel japonés que se puso en la pared del cabezal salieron todos los colores que juegan en el dormitorio principal: del beis al chocolate, pasando por ocres y mostazas. La lámpara colgante de cerámica, en cambio, nos recuerda los tonos que teníamos en el salón.

Papel pintado de La Maison. Cabezal, mesita y lámpara de techo de Natalia Gómez Angelats. 

11.

Unas cortinas únicas

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"Me gustan las soluciones personalizadas, únicas y pensadas para cada casa y espacio. Por eso, cuando encontramos estos plaids con este color tan ideal y los remates deshilachados, quisimos darles el máximo de protagonismo y confeccionamos con ellos las cortinas". Gracias, Natalia, es una idea muy original y copiable 

Funda nórdica, cojines y plaid de La Maison. Banco de Catalina House. Cortinas de Natalia Gómez Angelats.

Si quieres pasearte por todos los rincones de la casa, puedes ver este vídeo:

Venían de un piso con terraza y cocina abierta, así que Joan y su familia tenían claro que no cambiarían su manera de vivir cuando cambiaran de casa. Y así se planteó esta reforma Natalia Gómez Angelats: un continuo desde fuera hacia dentro.

Su apuesta por la naturalidad empieza aquí, pero sigue en los colores y los materiales de toda la casa. El suelo y las puertas son de roble natural, la mesa de centro está hecha con olmo antiguo y los muebles del comedor con roble recuperado. Y le siguen otras decisiones que no se ven (pinturas, colas, barnices... sin tóxicos), pero que sí se viven en la casa.

Se nota que Natalia empezó haciendo pintura decorativa cuando nos habla de los colores elegidos: “La base es un gris piedra con un poco de verde que hemos ido cambiando sutilmente según los espacios”. Hacer la mezcla manualmente permite darle un toque más intenso en el arrimadero del salón, un poco más marrón en la cocina, un poco más alegre para los niños...

Pero el papel pintado también es inspirador y protagonista en toda la casa. De los tonos de un papel japonés salieron los colores de todo el dormitorio principal. También los encontramos en la habitación de los niños, incluso en la despensa: un vinílico que imita mimbre, que es mucho más que un acierto.

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