25 ideas con estilo para decorar la terraza de un piso en la ciudad

Si quieres dar uso a tu terraza urbana, no dudes en colocar un comedor de exterior en el que disfrutar de las cenas a la fresca. Cuídalo igual que cuidar tu comedor de interior, con un bonito mantel y unas cómodas sillas que os inviten a pasar las horas en una agradable sobremesa. ¿Que no quieres que los vecinos te vean? Incluye unas jardineras con pequeños árboles de exterior que aporten pricacidad. 

Puede que tu terraza no sea tal, sino más bien un pequeño balcón que usas para tender la ropa y almacenar cosas que no usas. Dale un cambio instalando un banco corrido en esquina, como el de este balcón. Si lo eliges con los asientos abatibles, podrás guardar ahí los cojines durante el invierno, protegiéndolos del frío y la lluvia. 

Si quieres dar un toque DIY a tu terraza de ciudad, prueba a hacer una pared con trozos de madera y unos estantes en los que colocar unas macetas con aromáticas u otras plantas de sencillos cuidados. Para hacerla más cálida y acogedora, incluye una alfombra de exterior que suavice la pisada.

¿Que tu terraza es sosa y aburrida? Un montón de plantas de todos los tamaños, una pareja de butacas de mimbre y una mesita auxiliar puede ser suficiente para convertirla en un espacio romántico ideal para pasar las tardes de verano. Añade unos textiles de colores románticos, como rosa o morado y verás cómo se convierte en el espacio favorito de tu piso. 

Te sentirás como un gato salvaje paseando por los tejados si tu terraza tiene estas vistas. ¡No las menosprecies! En este tipo de terrazas de ciudad la intimidad está asegurada y podrás disfrutarla durante todo el verano sin miradas indiscretas.  

Puede que tu terraza tenga unas vistas envidiables a la ciudad. Si es así, no las tapes y disfruta de ellas. Coloca el comedor de manera que ninguno de los comensales oculte la belleza de la ciudad. Vale que no es el mar o la montaña, pero las luces nocturnas te harán cambiar tu percepción sobre su belleza urbana. 

Si tu terraza está orientada al sur y en ella incide el sol durante las horas de más calor, instala un toldo que evite que los rayos del sol la hagan incómoda y limites su uso a las noches. También puedes colocar unas cortinas o unos estores de fibra natural, el look será mucho más cálido. 

El mejor mobiliario que puedes colocar en tu terraza de ciudad es ese que no ocupe nada cuando no la uses durante la temporada de invierno. En este contexto, los muebles plegables son todo un acierto. Podrás apilarlos a un lado de la terraza cuando no los estéis usando y son muy cómodos y decorativos.   

Si te decides por colocar un comedor exterior en tu terraza, rodea el espacio con plantas. Elige árboles de exterior que puedas colocar en macetas, como limoneros, olivos o ficus. Su gran ventaja es que ayudarán a que el ambiente sea más fresco. Y su color verde llenará de vida tu zona exterior. 

¿Quién dice que no puedes llevar un pedacito del pueblo a la ciudad? Materiales como la madera y las fibras naturales serán tus aliadas. Pero también las plantas trepadoras que, año tras año, cubran por completo tu pérgola, creando un espacio fresco y a salvo de los rayos del sol. 

Una de las incomodidades de una terraza urbana son las posibles miradas indiscretas: vecinos a los que ves y que te ven mientras disfrutas de un momento de relax. ¿La solución? Crear una barrera natural que os separe y te haga sentir en la naturaleza. Mira esta idea: unas jardineras con unos ficus de considerable tamaño que no solo os den intimidad, sino que refresquen el ambiente y lo decoren. 

Las terrazas urbanas no destacan, generalmente, por sus grandes dimensiones. Por eso, un banco de obra que dé la espalda al exterior es una buenísima alternativa ante la posibilidad de colocar muebles de quita y pon. Si, además, lo planificas con almacenaje (con puertas o asientos abatibles), podrás guardar tus cojines de exterior durante la temporada de invierno. Cómodo, ¿verdad? 

Si vives en un bajo y tienes terraza, puedes disfrutarla igual de bien que si estuvieras en el pueblo. Si está cubierta, no dudes en decorarla con muebles de fibras naturales: ofrecen una estética natural muy agradable y son muy cálidos. Si no está cubierta, coloca un toldo o una pérgola (si la comunidad de vecinos te lo permite) que os proporcione sombra. 

Si tu terraza es pequeña, no dudes en convertirla en una ampliación del salón (o la estancia con la que estén comunicadas). Elige mobiliario ligero; si es posible, suspendido; y preferiblemente de un color claro que refleje la luz y amplíe el espacio. No te olvides de añadir una cómoda mesita auxiliar para colocar el libro que te estés leyendo o una refrescante bebida. 

Si tu terraza es más balcón que terraza y no hay sitio para colocar unos cómodos muebles de jardín, siempre será posible añadir unas plantitas que aporten frescor y decoren el interior. Hay jardineras muy decorativas que se adosan a la barandilla. Otra opción es colocarlas independientes. Después cultiva en ellas unas plantas de exterior que aguanten bien el calor de la ciudad. 

Puede que tengas la suerte de que tu casa disfrute de unas vistas a un parque o zona natural de tu ciudad. Amplía la percepción visual cambiando las barandillas por otras de cristal templado que permitan que la vista se fije en el horizonte y que, además, te ayude a que el espacio se sienta más grande. Después, solo tendrás que llenarla de plantas y colocar un par de butacas en las que podáis relajaros cómodamente.  

¡Crea un jardín vertical! Además de decorar la terraza, con esto conseguirás que tu zona exterior esté mucho más fresca que sin él, disminuyendo la temperatura del espacio.  

Si el árbol plantado en el portal de tu casa ya ha crecido lo suficiente, podrás disfrutar de su frescor y su sombra. ¿Lo mejor? ¡Que tendrás la intimidad asegurada! Añade unos muebles de mimbre que den calidez al espacio y relájate... ¡Te lo mereces!

Ahora, tendrás que comprobar previamente que el forjado soporta el peso, el material con el que está hecho (madera, hormigón o acero) y que lo permite la comunidad de vecinos. En cualquier caso, si es posible, nada como darse un baño cuando más aprieta el calor con unas impresionantes vistas a la ciudad. ¡Qué suerte la tuya!

Porque con una mesita pequeña y un par de sillas plegables podrás tener un rinconcito acogedor y con encanto en el que disfrutar de una agradable cenita. Cuelga unas guirnaldas de la barandilla y parecerá que estáis en un coqueto restaurante.