12 buenísimas ideas para renovar el baño sin obras y ganar un cambio espectacular

El poder transformador de un sencillo tirador es algo que hay que destacar. Si tu baño dispone un mueble de lavabo con almacenaje u otro tipo de piezas auxiliares con puertas o cajones, prueba a rejuvenecer los tiradores con un estilo que vaya acorde al resto de la casa. Lo hay de yute, de fibras, de cristal más sofisticado, de cerámica pintada, redondos, alargados, antiguos… Prueba y ¡verás que cambio!

¿Aún sigues dejando tus toallas mojadas en los típicos toalleros blancos, redondos y de plástico? O peor, ¿en pequeñas perchitas autoadhesivas que se despegan con la mirada? Cambia el chip y renuévalos. Ahora hay infinidad de posibilidades a tu alcance, desde los clásicos colgadores individuales -con diseños minimalistas o más trabajados – hasta las barras o los percheros en hilera más modernos. Otra opción es poner un toallero de pie con forma de escalera. Queda súper decorativo, acogedor y diferente, con un toque muy El Mueble. También existen colgadores de pie que dan un toque nórdico y actual a la decoración.

¿No te dejan (ni te apetece) meterte en obras faraónicas? No hay problema, al menos desde que existe el remedio universal de forrarlo todo con vinilos. Hablamos de un film autoadhesivo y muy resistente que se puede aplicar en las paredes para ocultar las baldosas viejas y las imperfecciones. Escoge un modelo que combine con el resto de la decoración, hoy en día están muy logrados e imitan perfectamente todo tipo de superficies y acabados. Es mejor elegir papeles vinílicos especiales para esta estancia, ya que son más resistentes a la hora de aguantar el vapor del agua y las manchas del baño. Del mismo modo, hay opciones para suelos. Ten en cuenta que los vinilos se pueden aplicar en todo tipo de superficies, por lo que otros elementos como mamparas, puertas o muebles también son susceptibles de ser tuneados.

Es uno de los elementos clave para tener un baño de revista. Cambia tu viejo espejo por otro grande, ya sea rectangular, cuadrado, redondo u ovalado, ¡las opciones son infinitas! El detalle de que esté retroiluminado sumará puntos, no solo por la luz blanca que ofrece (ideal, por ejemplo, para maquillarse o afeitarse de la manera más nítida posible), sino que dará un punto muy sofisticado a la decoración. No escatimes en su medida, recuerda que su reflejo genera sensación de mayor espacio y luminosidad, especialmente útil cuando hablamos de baños pequeños.

Es una de las opciones más determinantes si eres un poco manitas. Este tipo de pinturas son esmaltes resistentes a la humedad y de gran dureza frente a los roces. Existen varios tipos: satinados, mates o con brillo. Lo ideal es limpiar primero la pared y, sobre la superficie perfectamente limpia, dejar secar la pintura. Los esmaltes son muy duraderos y de rápida aplicación y secado (entre 2 y 4 horas). Además, son muy fáciles de limpiar con jabón diluido en agua y una bayeta. No es magia, ¡es maña!

Si tu casa es antigua, probablemente los sanitarios, la bañera o el lavabo tengan colores rosas pálidos, verdes claros o azules celeste muy desfasados. Para renovarlos, también hay solución. No te imaginas lo bien que pueden quedar también con una manita de pintura. Te recomendamos utilizar un producto profesional, especialmente diseñado para pintar superficies cerámicas sin necesidad de imprimación previa.

Ten en cuenta que en baños pequeños o sin luz, los tonos blancos ganan la partida y renuevan estas piezas al instante, aportando luminosidad y sensación de limpieza. Aquí, hay poca discusión.

No hay nada que estropee más un baño que una cortina de ducha sin ningún tipo de criterio estético. Si te gusta tener una en tu bañera, adelante, pero nunca son tan limpias visualmente ni tan higiénicas como lo puede ser una mampara de ducha, ya que pueden acumular humedad, hongos y malos olores. Si has de mantener tu antigua bañera, es una solución muy práctica. Pueden ser abatibles, de una hoja o de varias y tienen un montaje muy sencillo. Sin duda, tiene un efecto renovador inmediato.

Si tu baño tiene un triste y solitario lavabo pegado a la pared, debes saber que existen soluciones prácticas y decorativas para darle un poco de vida. En IKEA, por ejemplo, han ideado armarios cuya fisionomía se adapta a la propia superficie del lavabo, ocultando la cañería y la parte menos estética de este. Es una solución ingeniosa que, además, te aportará un plus de espacio de almacenaje.

Verde, siempre verde. Las plantas dan ese necesario puntito de frescura y vitalidad a cualquier ambiente, incluido el baño, el gran olvidado. Su ambiente fresco y húmedo es perfecto para incluir muchas plantas de interior, aunque no tengan demasiada luz natural o tengan ventanas pequeñas. El truco está en elegir las variedades que crecen casi sin sol y en ambientes húmedos, como aloe vera, potus, orquídeas, filodendro…

Colgar cuadros o fotografías enmarcadas ayuda a personalizar el baño. Combina marcos de distintos tamaños en una pared vacía o crea un collage con todos perfectamente alineados. Elige obras que complementen los colores de la estancia y transmitan armonía visual. Son detalles que nunca pasan desapercibidos y siempre funcionan.

Cestas de mimbre, cestitos de rafia, separadores de tela para mantener ordenados todos los utensilios, sistema de almacenaje para guardar los botes de la bañera… Elige con mimo este tipo de detalles que, a menudo, pasan desapercibidos y verás todo lo que un sencillo gesto puede hacer por tu baño.

No dejes al azar detalles como el portarrollos de papel higiénico, la escobilla, la papelera, los dispensadores o botecitos de jabón o crema que quedan a la vista... Procura unificar su estética, con diseños de líneas limpias y, a poder ser, de un mismo color. Incluye, si lo deseas, detalles peculiares y caprichos como una bandeja que cruce de lado a lado tu bañera o un divertido revistero en la pared, que quedará muy decorativo.